Voluntarios de Helping Hands limpian después de las inundaciones en Vermont

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Por Mary Richards, Noticias de la Iglesia

Lluvias torrenciales e inundaciones azotaron en julio la parte central del estado estadounidense de Vermont, dejando viviendas, negocios e infraestructuras gravemente dañadas.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días brindó ayuda humanitaria y los miembros locales se reunieron para brindar asistencia.

Con camisetas amarillas de Helping Hands, los voluntarios palearon barro, limpiaron escombros del jardín y limpiaron casas en Montpelier, Barre, Johnson y Cabot.

El presidente de la Estaca Montpelier Vermont, Erik S. Worthington, invitó a los barrios locales a celebrar servicios de adoración dominicales abreviados para que los miembros pudieran salir y servir en sus comunidades.

"Estamos agradecidos de poder servir codo a codo con amigos y vecinos, todos afectados de diferentes maneras por esta inundación", dijo el presidente Worthington. “Ver a muchos de nuestros miembros venir de cerca y de lejos para descargar bienes para la comunidad y limpiar sótanos habla de los valores fundamentales de la Iglesia de seguir el ejemplo de Jesús y ayudar a los necesitados, sean quienes sean”.

El centro de reuniones de Montpelier se convirtió en un lugar para recolectar donaciones humanitarias de la Iglesia. Se pusieron a disposición de las comunidades y otras organizaciones de voluntarios alimentos, agua, herramientas manuales y artículos de limpieza.

Claudia Fitch, residente de Montpelier, hizo varios viajes desde Berlín a Marshfield y Cabot con un camión cargado de suministros.

“Fue sorprendente ver la expresión de alivio en los rostros cuando alcanzaron las palas y los rastrillos que estábamos descargando”, dijo. "Todos los coordinadores de la ciudad estaban agradecidos por todo lo que teníamos para ofrecer, desde kits de agua y comida, ventiladores de caja o aspiradoras para talleres".

Una residente, después de recibir a los voluntarios de la Iglesia en su casa, dijo en voz baja: “Jesús está en la habitación”.

Alrededor de 200 miembros más de la Iglesia de Bangor, Maine; Albany, Nueva York; Springfield, Massachusetts; Nashua, Nueva Hampshire; y Blackstone Valley, Rhode Island, llegaron el fin de semana pasado para ofrecerse también como voluntarios en el esfuerzo de limpieza.

Los residentes compartieron su más sincero agradecimiento por los suministros donados y por la asistencia de la Iglesia, reconociendo el impacto significativo que los voluntarios tuvieron en los esfuerzos de recuperación.

— Kristen LaJeunesse, directora de comunicación y asuntos públicos de la Iglesia en el norte de Nueva Inglaterra, contribuyó a este informe.